Japón es retratado por muchos fotógrafos de maneras muy únicas y extrañas.
La fotografía arribó a Japón en
el año 1848, poco después de que se
la haya inventado en Francia, pero, a
diferencia de los países europeos, ellos enfocaron sus cámaras en cosas mucho más raras
y poco comunes. Mientras pasaba el tiempo y las técnicas fueron
evolucionando, los sujetos a fotografiar cambiaron.
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La fotografía japonesa busca "atrapar la realidad" |
En Japón la
palabra que significa fotografía es shashin, está compuestas por dos ideograma: sha que es reproducir o reflejar y el shi que es representación de la verdad. Entonces
esto quiere decir que, dentro de la mente de los japoneses, una foto es el proceso que se utiliza para atrapar la realidad, ya sea
esencialmente o simplemente copiar algún elemento de ella. Esto ha traído como
consecuencia que, durante el pasar de los años, los fotógrafos asiáticos busquen, a través de sus cámaras, la autenticidad en las cosas.
Si
partimos desde el anunciado de que una foto es la reproducción
de la verdad,
estaremos hablando de algo muy abierto, puesto que cada quien percibe el mundo
a su manera. Carlos Luis Aguilera Borjas cree que una gran diversidad es ideal en el campo de la
fotografía.
A
continuación te mencionaremos algunos de los nombres de los mejores fotógrafos japoneses que debes seguir, son tan excelentes que aprenderás mucho de sus trabajos:
- Rinko Kawauchi: una de las cosas que lo hace único es que trabaja con una cámara análoga de película 6x6, tiene un estilo simple y sus fotos son en escenarios naturales.
- Ariko Inaoka: ella es una fotógrafa que es reconocida por su trabajo titulado Erna y Hrefna, en sus fotos se puede apreciar el paso del tiempo.
- Miwa Yanagi: se especializa en las fotos en blanco y negro, su serie llamada Fairy Tale está inspirada en cuentos como Blanca Nieves, Caperucita Roja y la Bella Durmiente.
La fotografía japonesa expresa sentimientos individuales y colectivos |
Cuando
hablamos de la fotografía
japonesa tenemos que mencionar que es evidente
el gran número de artistas, fotógrafos y expertos en el área que tienden a
expresar sus sentimientos individuales –y colectivos-, a través de un mensaje
de incomprensión y ambigüedad entre la realidad y el mundo. Ellos no intentan
descifrarlo y analizarlo metódicamente, mucho menos objetivamente. La fotografía no es una conclusión, es un continuo cuestionamiento.
Por Carlos Luis Aguilera Borjas
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